La confianza no se exige, se gana a través de afinidades, comportamientos, palabras y un largo etcétera, que cuando la depositas en otra persona, se convierte en tu amigo.
Con él compartes alegrías, penas y recibes su apoyo en los malos momentos.
La amistad debe estar basada en una relación de respeto, confianza y confidencialidad. La confianza en un amigo se desarrolla de diferentes maneras, costando la mayoría de las veces tiempo para ganarla.
Si un día descubres que la confianza que depositas en el amigo no la merece porque ha fallado en alguna de las bases, ocasiona una doble decepción.
Perder un amigo suele ser muy doloroso y puede ocurrir en un minuto.
Consejos para no perder un amigo
Volver a recuperar la amistad suele ser un proceso complicado, y en ocasiones no se recupera.
Si se quiere volver a confiar en un amigo, hay que tener presente que es un proceso que requiere de empeño y esfuerzo por parte de quien cometió la deslealtad. Hay que demostrar arrepentimiento, para que la otra persona vuelva a confiar en la amistad.
Si se llega a recuperar la amistad, la relación en la mayoría de los casos ya no se siente con la misma fuerza y también depende del motivo y la intensidad que causó la traición.
Para no perder un amigo es muy importante que exista un diálogo por ambas partes, dejar claras las circunstancias que la causaron y el dolor que ocasionó.
Hay casos que si la relación es de verdad valiosa y hay voluntad de reconciliación por ambas partes, puede restablecerse la confianza y volver a la armonía perdida, saliendo incluso fortalecida, debido a la experiencia vivida.
En algunas ocasiones el distanciamiento ocurre por malos entendidos y acusaciones falsas.
Para este tipo de casos concretos, la forma más rápida y fiable de salir de dudas: la Prueba del Polígrafo.