Hay diversas circunstancias en las que te pueden ofrecer una Prueba de Polígrafo. Siempre será para ayudarte a que demuestres tu inocencia, para eximirte de la responsabilidad de la duda sin necesidad de engañar al polígrafo.
Hay ocasiones en las que las circunstancias te han puesto en el punto de sospecha por diversas causas, por una acusación de conducta indebida, por encubrir las irregularidades de un compañero, porque alguien ha negociado o recibido una comisión por parte de un proveedor o cliente… Si alguien ha falseado cuentas de las que son responsables, si sospechan que has fingido estar enfermo para ir a trabajar, etc.
Son infinidad las causas por las que puedes ser invitado a pasar una Prueba de Polígrafo. Siempre voluntaria.
Pasar el Polígrafo
Los detractores de esta Prueba dicen que es posible engañar y pasar el Polígrafo, no es así. En todo caso, al que se engaña es al poligrafista.
La Prueba del Polígrafo tiene una gran precisión y el aparato lo que hace es medir y reflejar los cambios que el individuo muestra tras las preguntas.
Los que dicen que es una fuente de ansiedad, aun para las personas que no tienen nada que esconder, se les puede decir que no es cierto.
No hay mayor satisfacción para un inocente que está en el punto de mira de la sospecha como tener la oportunidad de poder demostrar su inocencia a través de una técnica llamada Psicofisiológia Forense utilizada ampliamente en la investigación Judicial de los países más desarrollados.
Este hecho produce una tranquilidad indescriptible y motivo de agradecimiento para quien se les ofrece.
Los que necesitan engañar al Polígrafo, y buscan y defienden esta posibilidad son siempre personas que no son de fiar en ningún aspecto de la vida.
En lugar de pensar en engañar al polígrafo, hay que pensar en que es una prueba de honradez y ética personal, es un método con una medición fiable y válida cuando se incorpora al proceso de selección de una empresa.