Siempre se ha escuchado que los hombres biológicamente son más proclives a tener sexo con muchas mujeres. Pero lo que no tienen en cuenta es que cuando han hecho un voto de compromiso con una mujer, al ser infieles rompen este contrato al que se comprometieron voluntariamente.
¿Qué es exactamente ser infiel?
Ser infiel es, simplemente, romper la confianza de la pareja cuando se mantienen secretos alejados de la intimidad conyugal.
Se es infiel a la pareja cuando se le miente de manera consciente y a sabiendas de que el comportamiento no es el correcto.
Descubrirlo no es muy difícil. El móvil y las redes sociales han sido las herramientas más comunes para desenmascares.
La infidelidad se va descubriendo, en algunos casos cuando los hombres empiezan a cambiar sus costumbres cotidianas, cuando se empiezan a arreglar más y cuando van apareciendo las mentirijillas.
Una de las razones que se dan a sí mismos es que creen que su pareja no les aporta el suficiente amor, ni el tiempo ni la atención que consideran adecuadas, y que sí reciben la familia de la pareja, los niños o el trabajo. Muchas veces estas personas no son conscientes de las necesidades emocionales de la otra parte, falta el diálogo y acaban siendo infieles.
Causas de la infidelidad masculina en el matrimonio
Tras numerosos estudios, las principales causas por las que un hombre es infiel son las siguientes:
- Insatisfacción sexual.
- Necesidad de conquistar a otras personas para sentirse deseado.
- Rechazo a la monotonía que genera el tiempo en las relaciones de pareja.
- Patrones de comportamiento similares a los observados en su familia.
- Crisis existencial.
- Falta de atención y reconocimiento por parte de su pareja.
- Sentimiento de soledad y abandono aún teniendo pareja permanente.
- Presión social y necesidad de ser aceptado en un grupo determinado.
- Falta de atractivo y cuidado personal de su pareja.
- Celos excesivos hacia su pareja.
- Sentirse inferior a su pareja por motivos económicos (ganar menos dinero que ella.
- lo que le impide ser proveedor familiar).
- Imposibilidad de decir “no” ante una propuesta sexual.
- Falta de identidad y pertenencia dentro de la relación de pareja.
- Su pareja le ha hecho sentir que no es un buen amante.
- Adicción al sexo.
- Necesidad o deseo de venganza por una infidelidad previa.
- La rutina y el diario vivir le aburren.
- Búsqueda de un amor ideal que “llene” vacíos emocionales.
- Curiosidad y necesidad de tener experiencias excitantes y prohibidas.
- Enfrentarse a cambios y nuevos retos que le generan tensión.
- Prefiere mujeres más jóvenes a su pareja.
- Falta de compromiso y respeto frente a su relación de pareja.
- Considerar que lo prohibido es más emocionante.
- Su pareja se encuentra en embarazo.
- Tiene demasiado poder y necesita mayor reconocimiento.
- Extrema libertad o control por parte de su pareja.
- Rechazo sexual por parte de su pareja.
- Disfrazar su baja autoestima convirtiéndose en conquistadores.
- Considerar que la monogamia no es necesaria ni divertida.
- Sentirse presionado por la pareja a hacer y pensar la vida como ésta lo considere.
- Se ha perdido la comunicación en la pareja o nunca ha sido efectiva.
- Enfermedades constantes y repetidas en su pareja.